Dejo precisas instrucciones:
Que la casa nunca sea vendida
Que la biblioteca permanezca limpia y ordenada
Que cada uno que nazca a los siete años plante un árbol.
Para tía Zuca el piano, para Roma los puñales de plata.
Para mí la llave del cajón donde estaba la caja de habanos
Con el lacre y la brújula y otra más pequeñas
Pena (L7s7)
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